EL
JARDINERO FIEL: ¿UNA LUCHA DE PODER E INFLUENCIAS?
Byviana Rangel Martínez
Ficha Técnica
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Título: The constant Gardner
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Actores: Ralph Fiennes (Justin
Quayle), Rachel Weisz (Tessa Quayle), Danny Huston (Sandy Woodrow), Bill Nighy
(Sir Bernard Pellegrin), Pete Postlethwaite (Lorbeer), Bernard Otieno Oduor
(Jomo), Donald Sumpter (Tim Donohue), Hubert
Koundé (Dr. Arnold Bluhm).
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Director: Fernando Meirelles
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Guionista: Jeffrey Caine
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Productores: Simon Channing-Williams y Archie Panjabi
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Fotografía: César
Charlone
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Música: Alberto Iglesias
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Nacionalidad: Reino
Unido
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Año: 2005
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Género: drama
Sinopsis
El jardinero
fiel, es una adecuación cinematográfica de la novela homónima de John Le Carré
(2001), dirigida por Fernando Meirelles.[1]
La película presenta una bella historia de amor entre un diplomático británico
serio y aburrido - Justin Quayle - y una mujer
dinámica y comprometida - Tessa Quayle -.
Sin
embargo, la historia de película se desarrolla con el asesinato brutal de Tessa
Quayle - disfrazado como un crimen pasional - en el norte de Kenia; y con la inesperada desaparición del Dr. Arnold
Bluhm, médico local de la región, que
estuvo acompañando a Tessa en sus investigaciones.
A pesar de todos estos sucesos y de los rumores de una
supuesta infidelidad, el amor de Justin y los recuerdos de la relación lo llevan a intentar
comprender la verdadera razón del asesinato de Tessa, a querer limpiar su nombre y a terminar la
investigación que su mujer comenzó..
De
esta forma, Justin Quayle descubrirá con horror, que la muerte de su esposa
está vinculada con una denuncia que se pensaba realizar sobre el trabajo de una
multinacional farmacéutica en Kenia. Pero lo más sorprendente, es que Justin
comprobará que el gobierno de Gran Bretaña y de Kenia, están implicados; y que el
fármaco Dypraxa, medicamento contra la tuberculosis, está siendo probado sobre
la población de Kenia, a pesar de sus fatales consecuencias.
Crítica
El jardinero fiel, es una película que hace un llamamiento de la realidad que enfrenta
el continente africano, y que denuncia la doble ética de la
industria farmacéutica, ya que, en la actualidad muchas de estas multinacionales
se atreven a poner en el mercado medicamentos que no
están suficientemente testados, para ganar más dinero.
Ahora
bien, dándole a la película un enfoque orientado hacia la sociedad civil y no
al aspecto moral, se puede destacar dos dimensiones de la acción colectiva: la
política de la influencia (de la sociedad civil en la sociedad política) y la
política de identidad (el enfoque en la autonomomía, la identidad y la democratización de las relaciones
sociales por fuera del sistema de organización político)[2]
Esta
política de búsqueda de influencias, se puede observar en “El jardinero fiel”,
cuando los actores de la sociedad civil luchan constantemente por ser incluidos
y por obtener poder en el sistema de organización política. Igualmente, esta
lucha les permite: 1) cimentar nuevas identidades, 2) persuadir y presionar los
actores poderosos del sistema para que reformar o implementar nuevas políticas,
3) fundar espacios democráticos tanto en
la sociedad civil como en la política para la acción social autónoma, 4) transformar
sus discursos y 5) reconstruir las instituciones.
Por
otro lado la segunda dimensión, política de identidad, se fundamenta en la conducta defensiva de los
actores que se resisten a ser ignorados y sometidos, pero tal vez lo más
importante de esta política, es que permite la creación de nuevas
solidaridades, la consolidación de repertorios fuertemente simbólicos y
expresivos y la democratización de la sociedad civil.
Aunque
todo lo anterior se ve reflejado en la película, lo que realmente está en juego
en los conflictos contemporáneos no es
simplemente la defensa, la autonomía de la sociedad civil frente al
Estado, o la búsqueda de influencias, sino
saber qué actores de la sociedad civil son vulnerables de sufrir
represarías por parte del Estado, ya que muchas veces sus acciones van en contra
de los intereses perseguidos por la sociedad política.
En
este orden de ideas, los actores de la sociedad civil ahora deben esforzarse
por defender y democratizar todas aquellas instituciones de la sociedad civil
en que se ha se hecho visible y se ha desafiado la discriminación, la
desigualdad y la dominación [3]
Asimismo,
es importante continuar el fortalecimiento de la labor desarrollada por las
organizaciones internacionales, como Naciones Unidas (ONU), ya que mientras los
Estados se preocupan por intereses particulares, estas organizaciones se
dedican a ofrecer asistencia humanitaria, promover el intercambio cultural,
defender los derechos humanos y proteger el medio ambiente. Todo con el fin de
ayudar a las naciones a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, mantener
la paz y la seguridad internacional, evitar todas aquellas situaciones que
ponen en peligro la comunidad, y promover las relaciones de amistad entre las
naciones.
Bibliografía
·
Paul
Van Seters, 2008. “Approaching Global Civil Society”, en James W. St. G. Walker
y Andrew S. Thompson (eds) Critical Mass. The emergence of Global Civil Society,
Canada, The Centre for International Governance Innovation, pág 25 - 39
· Jean
L. Cohen y Andrew Arato, 2002. “Los movimientos sociales y la sociedad civil”,
Sociedad civil y teoría política, Fondo de Cultura Económica. México, pág. 556
– 435
·
Margaret
Keck y Kathryn Sikkink, 1999. “Transnational asvocacy networks in international
and regional politics”, en Unesco, Blackwell Publishers, Oxford.
· Juan
Luis Cuesta Jimenez, 2006. El jardinero fiel (2005) o el desarrollo de nuevas
medicinas. Universidad de Salamnca, España, pág. 96 – 101. Visto en http://campus.usal.es/~revistamedicinacine/Volumen_2_1/n3/esp_3_pdf/eljardinero.pdf
· Las
Naciones Unidas. Visto en: http://www.un.org
omkm
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