Respecto al artículo de la cooperación sur-sur, creo que en Colombia se está viviendo un proceso muy importante con las negociaciones de paz, soy una fiel creyente de que se sobreviene una etapa post-conflicto, y la cooperación sur-sur es donde cumple aquí con un papel muy importante. En Sudáfrica se vivió esta etapa (y aún lidiando con ello sin pretender idealizar su modelo), en el cual no solo fue un esfuerzo de los altos cargos y funcionarios del gobierno, sino donde para un real proceso de reconciliación es necesario de la sociedad civil.
En Sudáfrica se empezaron procesos como estos después del horror que se vivió en el Apartheid, un proceso que ha abarcado desde pintar zonas que antes eran blancas de negro y viceversa, hasta museos que hoy a pesar de implementar una política de "perdón y olvido", recuerdan a diario mediante museos y homenajes a las víctimas del Apharteid, pero sin excluir a sus victimarios, ya que hacen parte o son el resultado de la violencia de un contexto al que fueron obligados a vivir. Es necesario de la rehumanización de nuestro país y de experiencias de países con conflictos, si bien no del todo similares, si que puedan acercarse a una cooperación más efectiva que bases militares inservibles o dinero que aumente la deuda externa.
Respecto al artículo de la cooperación sur-sur, creo que en Colombia se está viviendo un proceso muy importante con las negociaciones de paz, soy una fiel creyente de que se sobreviene una etapa post-conflicto, y la cooperación sur-sur es donde cumple aquí con un papel muy importante. En Sudáfrica se vivió esta etapa (y aún lidiando con ello sin pretender idealizar su modelo), en el cual no solo fue un esfuerzo de los altos cargos y funcionarios del gobierno, sino donde para un real proceso de reconciliación es necesario de la sociedad civil.
ResponderEliminarEn Sudáfrica se empezaron procesos como estos después del horror que se vivió en el Apartheid, un proceso que ha abarcado desde pintar zonas que antes eran blancas de negro y viceversa, hasta museos que hoy a pesar de implementar una política de "perdón y olvido", recuerdan a diario mediante museos y homenajes a las víctimas del Apharteid, pero sin excluir a sus victimarios, ya que hacen parte o son el resultado de la violencia de un contexto al que fueron obligados a vivir. Es necesario de la rehumanización de nuestro país y de experiencias de países con conflictos, si bien no del todo similares, si que puedan acercarse a una cooperación más efectiva que bases militares inservibles o dinero que aumente la deuda externa.