Translate

martes, 6 de diciembre de 2016

A la vuelta de la esquina hice mi voluntariado

Por: Ana Carolina Díaz Higuera
Estudiante de VIII semestre
Gobierno y Relaciones Internacionales
Programa de Voluntariado FIGRI


Inicié con este programa después de haber acompañado a la Cruz Roja Colombiana durante el primer semestre del presente año. Mi experiencia como voluntaria de apoyo fue tan satisfactoria que, además de seguir ayudando a esta Organización en la mayor medida posible, quise conocer y participar del proyecto “Una Sonrisa para Egipto”, dirigida por el profesor Manuel Rojas, de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad. Un proyecto al cual la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales (FIGRI) le presta apoyo mediante el grupo de estudiantes que hacen parte del Programa de Voluntariado.

El ingreso realmente es sencillo, fue necesario cumplir con el proceso protocolario del Programa de Voluntariado de FIGRI. Luego conversar con los voluntarios o pasantes que ya colaboraban con el proyecto, para la asignación de tareas y días de la semana en los que se iba a asistir. Una de las ventajas de esta opción, es que la parroquia es justamente al lado de la Universidad, por lo que será más fácil el desplazamiento y la asistencia a las actividades.

En cuanto al objetivo del trabajo, se expresó claramente desde el inicio que el proyecto se dirigiría al refuerzo escolar (apoyo académico y de tareas extracurriculares) de los niños pertenecientes a varios colegios del barrio, e inclusive, de la localidad.

La tarea fue optimizar el tiempo en el que los niños acababan de salir del colegio, para la realización de sus deberes diarios, o de actividades lúdicas que estimularan sus conocimientos y capacidades.

En este caso, el espacio ofrecido por la parroquia ha estado construyéndose de la mano de la Universidad Externado de Colombia hace ya varios años, y para el día de hoy, el resultado se materializa en una biblioteca funcional que permite el adecuado desarrollo de las actividades a cumplir.

Al hacer parte de la Biblioteca de la Parroquia de Egipto, el compromiso con la comunidad se vuelve aún más grande porque se trabaja con niños de todas las edades. Fue necesario hacer memoria de algunos conocimientos básicos del colegio, pero realmente la tarea primordial fue ser creativa y tener la mejor actitud para escuchar y colaborar a estos niños.

Dentro de mi experiencia además, tuve la oportunidad de conocer a mucha gente de la universidad pero de otras facultades como la de Ciencias Sociales y la de Administración de Empresas. La mayoría de estos voluntarios tienen más conocimientos acerca de la forma en que se debía trabajar con los niños, por su experiencia académica o simplemente por haber participado en la iniciativa durante más tiempo. Aprendí mucho de ellos y conseguí hacer excelentes amistades.

Sin embargo, el trabajo desarrollado durante el semestre no solo se trató del acompañamiento en las tardes. Se planearon también una serie de actividades y proyectos con el fin de integrar a la comunidad y hacer pasar un buen rato a los niños. Además es necesario resaltar, que la recaudación de dinero y recursos fue también trabajo de los voluntarios quienes siempre han logrado de alguna forma u otra organizar eventos con asistencia de hasta 300 personas, en colaboración con el párroco de la iglesia de Egipto y varios docentes de la universidad, que por cuenta propia, apoyan la labor que allí se adelanta.

Este semestre por ejemplo, fui parte de la fiesta de Halloween a la que asistieron niños y niñas de una gran variedad de barrios, donde se repartieron refrigerios y regalos. La temática fue el reciclaje por lo que cada un tuvo que diseñar su propio vestuario correspondiente a algún material reciclable, no solo para los voluntarios sino también para los niños que asistieron este año a la biblioteca.




Ha sido realmente una experiencia reconfortante. He tenido la oportunidad de hacer parte de un increíble equipo de trabajo que no solo participa en el proyecto de la biblioteca del barrio, sino que tiene una gran trayectoria trabajando con todos los sectores de la comunidad. Además, pude aprender y colaborar con una población especialmente vulnerable a quienes sin lugar a duda llevaré siempre en mi corazón.


2 comentarios:

  1. Que espectácular el trabajo que viniste haciendo en la Biblioteca se Egipto este es un espacio genial para crecer como seres humanos y todos lo hemos hecho. Me encanto compartir este semestre con tigo tu labor con los niños y niñas fue más que un apoyo fue esencial para nosotros como equipo!! Gracias por brindarle a la comunidad de Egipto sonrisas, hermosos detalles y dedicación!!!
    Lina Botero
    Monitora de extensión Biblioteca Comunitaria Nuestra señora de Egipto

    ResponderEliminar
  2. Resulta bastante interesante evidenciar cómo desde la experiencia personal de un voluntario, se cumple la teoría descrita por diferentes autores sobre la sociedad civil. Mary Kaldor ha dado una definición muy acertada sobre este concepto tan abstracto, mencionando que la Sociedad Civil (Global) es un agente que negocia, medita y comenta los contratos con los centros de poder político y económicos (empresa o mercado)” Kaldor (2005).

    “Una Sonrisa para Egipto” hace parte de esas organizaciones de la sociedad civil, toda vez que se encuentra conformada por un grupo de voluntarios -tal como lo es Ana Carolina Diaz- donde se evidencia un gran componente de solidaridad, y altruismo de sus participantes, que se encuentran motivados por un interés común -de ayudar a los niños pertenecientes a colegios del sector a optimizar su tiempo- sin ningún ánimo de lucro.

    Estas características percibidas por Rampf y Chavarro (2015) han de edificar un apoyo por medio de ciertas acciones colectivas que la Universidad Externado de Colombia ha manifestado frente a la población más vulnerable cercana al centro educativo. Estas acciones colectivas variadas entre acompañamiento estudiantil, elaboración de reuniones, fiestas animadas y/o caminatas con los niños; son llevadas a cabo por los estudiantes y la comunidad del barrio Egipto que han logrado incrementar las nociones de desarrollo, construcción de paz y democracia que se ha identificado como uno de los pilares de una organización civil.

    Sin embargo, cabe mencionar que para un correcto funcionamiento de las organizaciones locales como esta, es necesario un sistema que sirve para lograr una mejor comunicación y relación a partir de redes, que evolucionan dinámicamente en una época tan tecnificada como la que estamos presenciando en la segunda década del siglo XXI. Estas alianzas se evidencian por la unión entre un centro educativo superior, la comunidad de un barrio, la iglesia del mismo y los colegios cercanos, que unen esfuerzos para identificar un problema o situación en la cual se ven afectados; y no sólo para ello, con la creación del Programa de Voluntariado Profesional, también se han incluido estos inconvenientes en una agenda social pública para lograr la resolución de estos conflictos locales. Además de la cercanía que menciona Ana Carolina Díaz, con estudiantes de carreras de Ciencias Sociales Administración de Empresas o de Finanzas Gobierno y Relaciones Internacionales; con los cuales en un ambiente ajeno al voluntariado no habría conocido ni compartido.

    Es muy importante hacer referencia a las ganancias de esta clase de programas, no sólo han de beneficiar a los niños de los colegios o a la comunidad del barrio, sino también a los mismos voluntarios que reciben un enriquecimiento personal invaluable para el crecimiento como profesionales de una universidad de carácter social y que ante todo, está conformada como fundación; por otro lado, la homologación de este trabajo con una materia opcional en el pensum de la carrera, es un excelente incentivo para que más estudiantes se unan a las causas de desarrollo social y cognitivo de los que en un futuro serán los tomadores de decisiones.

    Monica Guerrero
    Estudiante del Seminario Redes Transnacionales: Tendencias e Influencias

    ResponderEliminar