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viernes, 16 de junio de 2017

Más allá de la Burbuja

Carolina Chaparro Alba
Estudiante VIII Semestre 
Programa de Gobierno y Relaciones Internacionales
Programa de Voluntariado FIGRI

Desde pequeña crecí con la idea de tratar de ayudar a los demás en la medida que había gente que no contaba con las mismas oportunidades.
Es lamentable, que nuestra vida dependa de la “rueda de la fortuna” donde todo depende de la cuna donde nacemos. Realmente, me siento muy afortunada de que Dios me haya puesto en una familia que me puede ofrecer soporte y respaldo a mis sueños. Sin embargo, con el paso del tiempo he visto que no todos cuentan con esa bendición y está triste situación la confirme más en el momento de entrar en la Cruz Roja Colombiana (CRC) como voluntaria. La CRC me recibio desde febrero de este año y en estos meses me ha mostrado que vivía en una “burbuja”, una en donde se cuenta con privilegios, que nos permite estudiar en una buena universidad y que usualmente esta blindada con la indiferencia de lo que pasa más allá de nuestro circulo social.
Esta burbuja no nos permite utilizar los conocimientos y recursos con los que contamos y que podrían aportar un granito de arena para ayudar a la población vulnerable que tanto lo necesita. Con el voluntariado de la CRC, además de adquirir conocimientos en solución de conflictos y demás temas relacionados con la paz, se me permitió ver la realidad de muchos adultos mayores y niños que viven en condiciones reducidas. La experiencia como voluntaria me ayudó a aportar ese granito de arena y de este modo hacer más felices a estas personas. Finalmente, quiero hacer hincapié en que a través del voluntariado que realicé, me siento una mejor persona y al mismo tiempo pienso que este sólo es el comienzo de lo mucho que quiero aportar y aprender, construyendo una sociedad colombiana con menos desigualdades. ¡Quiero invitarlos a romper el cristal e ir más allá de la burbuja!



Jóvenes voluntarios de la Cruz Roja

María Paula Gil Barrera
IX Semestre
Gobierno y Relaciones Internacionales
Programa de Voluntariado FIGRI

Durante este semestre fui voluntaria en la Cruz Roja Colombiana, escogí la institución por su larga trayectoria y renombre, su reconocido papel en la construcción de tejido humano y social, pero sobre todo por la labor que realiza promoviendo acciones de educación para la paz con niños, jóvenes y adultos; sin duda alguna sentí que en este lugar había una oportunidad hecha “a mi medida” para tener una experiencia de voluntariado.
Me vinculé a Zona Paz, una de las cuatro líneas de acción humanitaria que tiene la Cruz Roja, y desde allí apoyé diversas actividades de impacto comunitario y contribuí a la revisión de las metodologías de evaluación de impactos implementadas por el grupo de trabajo. Por esta razón, puedo decir que puse en práctica mis habilidades y conocimientos adquiridos durante la carrera, pero también que aprendí con cada una de las experiencias del trabajo hecho con la comunidad.
Respecto a este último punto, tuve la suerte de participar en varios de los proyectos que tiene la zona, pero los dos que más llamaron mi atención fueron Solferino (un hogar de paso para los desplazados de la violencia) y el ejercicio de Tertulia Literaria (realizado en la cárcel de La Picota, ubicada al sur de la ciudad). Cada una de ellas con beneficiarios diferentes, pero con un objetivo común: favorecer la generación de comunidades resilientes, a través de acciones que fomentan la paz. 
En el hogar de paso, estas acciones consistían en desarrollar unos talleres de dibujo con los niños que viven allí, con el fin de que ellos expresaran sus deseos, sus amores y desamores, lo bueno de haber llegado a Solferino y lo malo de haber dejado su tierra natal, pero sobre todo para que  nos contaran sus miedos sobre el nuevo estilo de vida que estaban llevando. Estos talleres fueron la mejor estrategia para que los niños expresaran lo que no podían explicar con palabras, y la estrategia acertada para realizar un proceso de memoria histórica.   
Cada ocho días nos encontrábamos en este lugar con historias de dolor, con ojillos traviesos y tristes a la vez, pero también descubrimos sonrisas y almas soñadoras, a las cuales les permitimos desarrollar un proceso de memoria y a las que les ofrecimos instrumentos que les permitan volver a creer en la posibilidad de vivir en ambientes de respeto, tolerancia, solidaridad y convivencia social. Los niños son lo mejor de este proyecto, son unos maravillosos supervivientes y sin esperarlo aprendí mucho de ellos y de las realidades que viven.
Por otra parte, el trabajo realizado en la cárcel consistía en leer un cuento de Gabriel García Márquez y luego fomentar espacios de diálogo con los participantes, donde ellos narraran sus historias de vida y generaran una reflexión acerca de sus acciones y con base en el texto trabajado. Aquí podían verse perspectivas diferentes, y lo que para uno parece válido y lógico para ellos puede no serlo tanto, sin embargo la idea era mostrarles alternativas que pueden contribuir a su desarrollo integral como persona y para la vida en sociedad.
Para terminar, quiero decir que creo firmemente en que es mejor prevenir la guerra y la violencia a tener que asumir sus consecuencias, creo que la juventud juega un papel indispensable en este asunto y por ello considero que la experiencia de voluntariado en la Cruz Roja, fue una excelente oportunidad para contribuir a este fin.
 



jueves, 15 de junio de 2017

VOLUNTARIADO LECTO-ESCRITURA

Diana Carolina Santana Gracia
Estudiante de IX semestre
Finanzas y Relaciones Internacionales
Programa de Voluntariado FIGRI

Gracias a la organización Rotary International y al Programa de Voluntariado que ofrece la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, tuve la oportunidad de ser voluntaria en el proyecto de Lecto-escritura enel barrio Las Violetas.
Allí se realizaron talleres para los niños y las niñas de este barrio ubicado en la Localidad de Usme, al sur de la ciudad de Bogotá. Fuimos encargados de enseñar a los niños y las niñas de edades entre 3 a 14 años a leer y escribir.
Nuestra labor consistía en realizar actividades que fomentaran el aprendizaje en estos niños, en donde les guiábamos con distintas lecturas y se les hacíamos retroalimentación de éstas. También se realizaban escritos pequeños, dibujos sobre vídeos o cuentos desarrollados y, así mismo, su retroalimentación respectiva. Aunque claro, no todo fue talleres. Finalizando cada sesión, se realizaba una actividad lúdica para la distracción de los niños y las niñas. Hubo una sesión inolvidable donde Paula Castro, actual candidata para Miss Mundo Colombia, nos acompañó y realizó varios juegos con ellos y ellas. También una actividad con pintucaritas donde los niños y las niñas fueron pintados en sus caras con las figuras que ellos escogían. Junto con Paula Castro, fue un fotógrafo profesional y esa sesión fue grabada para la próxima ceremonia oficial de coronación del reinado nacional de belleza, pues hace parte de sus actividades sociales y filantrópicas como reina nacional.


Foto: De la autora con los chicos y chicas del barrio Las Violentas, en los talleres de lecto-escritura.


Cada sábado, sin falta, subíamos hasta el barrio Las Violetas, en la localidad de Usme, y a pesar de que el transporte era complicado, aproximadamente 2 horas de recorrido, se llegaba con mucho ánimo y los niños nos recibían siempre con mucho aprecio y felicidad. Otro factor poco favorable para nuestro voluntariado fue el clima, ya que el barrio Las Violetas queda junto a un páramo, y el frío y la lluvia siempre nos cogía de sorpresa.
Fue una experiencia inolvidable en donde hubo muchos altos y bajos. Existieron varios conflictos entre los niños, y aprendimos manejar mejor la situación con ellos, entenderlos y saber sus cualidades y debilidades.
Hubo necesidad de integrarnos con los miembros socios de la organización Rotaract Bogotá Santa Bárbara, donde finalmente convivimos en armonía y se formaron nuevas amistades, al punto de considerar unirme a esta organización. Es una experiencia que la recomiendo a todo el que se le dé la oportunidad. Puedo concluir diciendo que los niños me enseñaron más a mí de lo que yo a ellos. Un voluntariado inolvidable.